domingo, 10 de octubre de 2010

yo tambien aporto mi granito de arena al cretomicenico


EL SURGIR DEL MUNDO GRIEGO

 Grecia es una península a su vez formada por penínsulas. En la situada más al sur de todas ellas y en la isla de Creta encontramos alrededor del año 1500 a.C. una cultura basada en la agricultura, el comercio y la piratería. Es la cultura grecomicénica. Aquí podemos encontrar ciudades gobernadas por reyes que en algunos casos presentan importantes muros defensivos.
 En Creta se han encontrado palacios como el de Cnossos, en los cuales vivían tanto el rey como todos los integrantes de la administración, y en cuyo interior también podíamos encontrar almacenes desde los que se controlaba el comercio principalmente agrícola de la zona.
 En esta zona estas ciudades-palacio presentan una disposición caótica, similar a un laberinto, recordando así al mito del rey Minos y el laberinto del Minotauro. En estos casos las ciudades carecen de una muralla, por lo que se deduce que no eran frecuentes los enfrentamientos armados. 
 Dentro de este caos pocos elementos son reconocibles. Uno de ellos, en el caso del Palacio de Cnossos, es el patio central de forma rectangular alrededor del cual se disponen numerosas cámaras y pasillos. Uno de los laterales de este Palacio alberga los almacenes, también claramente reconocibles. También se puede encontrar uno con los aposentos reales y el salón del trono.
 Para acceder al palacio lo hacemos a través del propíleo, un elemento grandioso formado por una serie de columnas que sustentan un gran dintel. Estas columnas, pintadas en colores, tenían en el fuste un diámetro mayor en su parte superior, lo cual no es común en la arquitectura, pero en este caso lograba una mayor superficie de soporte y ademas hace más fácil el uso de su material, la madera. El capitel de las columnas cretenses está formado por dos partes: una inferior curvada y otra inferior cuadrangular. Esta forma tiene un gran parecido con el capitel dórico griego.
Se pueden encontrar pinturas murales adornando muchas zonas del palacio que representan escenas de la vida cotidiana, incluyendo escenas de fiestas con toros. Además cabe destacar que muchos de los personajes que participan en esta clase de festejo son mujeres.
 

En comparación con la arquitectura egipcia anterior nos encontramos con que la escala se ha adaptado a lo humano frente a la grandiosidad previa, lo que luego se continuará en lo que se conoce como la arquitectura griega clásica. Además, la pintura gana en movimiento y vivacidad.
 En la península del Peloponeso las murallas están amuralladas, con muros gruesos e irregulares que se adaptan al terreno, lo que denota una cultura habituada a la guerra. Además, los grandes sillares utilizados y su sólido estructura muestran una gran habilidad tanto en cantería como en arquitectura.




 En Micenas hay numerosas puertas a lo largo de la muralla. Una de ellas, la Puerta de los Leones, supone también un gran conocimiento tanto de cantería como de física, ya que en ella encontramos un triángulo de descarga sobre un dintel para evitar que este ceda. Además, en ese hueco se coloca una pieza decorativa mucho más ligera, adornada con dos leones que sustentan una columnas, dos elementos que simbolizan la protección y la fortaleza.
Este mismo elemento, el triángulo de descarga podemos encontrarlo en otros lugares como el Tesoro de Atreo, una tumba excavada bajo un montículo que en su interior tiene una falsa cúpula y dos salas, una fúnebre y otra destinada a los tesoros de los muertos.
 En el centro de Micenas encontramos el palacio del rey, entorno al cual se desarrolla la ciudad. Un elemento muy importante de este palacio es el megarón, una habitación de planta rectangular, aunque si eliminamos las estancias de acceso nos quedamos con un centro de planta cuadrada en cuyo centro está el hogar y sustentado por cuatro pilares. Este lugar, de gran importancia en la vida del rey, es probablemente el origen del templo griego. Por lo tanto, esta sería una de las pocas culturas en las que la morada de los dioses tendría su inicio en una morada humana.
 El megarón tiene su acceso en un pequeño patio, a través de un pequeño pórtico con dos columnas cretenses cerrado por dos muros laterales que continúan hacia la estancia propiamente dicha. Centrado en el muro posterior del pórtico hay un acceso que nos lleva a un pequeño vestíbulo del que se sale por una puerta alineada con la anterior para llegar al megarón.

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