lunes, 11 de octubre de 2010

Mi aportación =)

3. El Alzado del Templo Griego

A lo largo de toda la historia de la arquitectura ha habido dos formas de construir: adintelada o arquitrabada (con cubierta horizontal) y abovedada. La arquitectura griega, formada por elementos verticales y horizontales, pertenece a la adintelada. A pesar de conocer el arco y la bóveda, los artistas griegos preferían construir colocando una piedra sobre otra, que era una manera mucho más cara debido a las labores de extracción, traslado y modelado de la piedra. Las columnas no son un solo bloque (monolíticas), sino que están hechas tambor sobre tambor. Para unir las distintas piezas usaban grapas metálicas que les proporcionaban estabilidad.

El alzado griego y todos los elementos de la arquitectura estaban sometidos a unas normas. Esas normas son los órdenes arquitectónicos, que aún hoy se usan. Los tres órdenes son el dórico y el jónico, que surgieron al mismo tiempo, y el corintio, posterior.

El Orden Dórico: es un orden sencillo. Como sucede en todos los templos griegos, la plataforma se eleva sobre tres escalones. La columna tiene varias partes. Arranca directamente desde la plataforma, no hay basa. A continuación está el fuste, que es cilíndrico. Está formado por tambores y suele reducir su diámetro de abajo hacia arriba. En el centro del fuste puede haber un abombamiento o éntasis, ya que el ojo humano adelgaza la parte central de la columna. El fuste se decora con acanaladuras verticales que originan aristas vivas en el exterior. Sobre él se encuentra el capitel, formado por el equino (pieza redondeada) y el ábaco (pieza cuadrangular). Este capitel se parece al de la columna cretense, pudiendo ver también influencia de la columna protodórica egipcia. A continuación está el entablamento, formado por varias partes. La primera pieza se llama arquitrabe. Encima está el friso, dividido en el orden dórico en triglifos y metopas, y sobre él está la cornisa. Por último, la cubierta es siempre a dos aguas. Esta cubierta origina dos espacios triangulares en los lados menores llamados frontones, que estaban a su vez rematados por una cornisa inclinada.

El espíritu inquieto y el ansia de cambio de los griegos se refleja en los órdenes. Buscan crear algo más perfecto, y para ello van cambiando las proporciones entre las distintas partes. La búsqueda de la belleza consistía en crear un edificio armonioso, equilibrado, sencillo y proporcionado en el que nada destacara más que el resto. Las primeras columnas dóricas eran de madera y soportaban un entablamento de barro. Al sustituirlas por la piedra tenían un fuste muy delgado y un capitel muy grande. Esa diferencia de tamaño no encajaba con su idea de belleza. Luego hicieron unas columnas con un fuste grueso y un capitel grande por miedo a que se cayeran las estructuras, pero eran demasiado robustas y pesadas. Buscaban más sutileza. Finalmente encontraron la proporción ideal. Usaron un módulo, el diámetro de la columna en la parte inferior, para calcular las dimensiones del fuste de la columna, el capitel y el entablamento (utilizando unidades y fracciones del módulo). En la época de mayor esplendor de Grecia la altura de la columna es cinco veces y media el diámetro.

Además de los elementos arquitectónicos, la escultura tiene mucha importancia en el orden dórico. La decoración escultórica no le quita valor a la arquitectura, sino que se concentra en puntos concretos y la realza. La utilizaron principalmente en dos puntos: en las metopas (decoradas con relieves) y en el frontón. La decoración del frontón no es relieve, sino bulto redondo (figuras exentas, no labradas en la piedra) para que se vieran desde abajo. Cuando imaginamos un templo griego lo vemos blanco, pero en verdad se pintaba con colores vivos, al igual que sucedía con las esculturas. Los colores se extraían de la naturaleza y los mezclaban con cera caliente, que aumentaba el brillo.

El Orden Jónico: nace al mismo tiempo que el orden dórico. Se le llama así porque fue muy importante en la Jonia. A diferencia de la columna dórica, la jónica se levanta sobre la plataforma mediante una basa formada por varias molduras cóncavas (denominadas escocias) y convexas (toros). Puede haber además un plinto cuadrado en la parte de abajo. A continuación surge el fuste, también con acanaladuras verticales, en el que las aristas no eran aristas vivas, sino muertas. El fuste reduce su diámetro de abajo hacia arriba, y puede tener un éntasis. La proporción que consideraron perfecta para esta columa fue un fuste de siete veces el diámetro. Encima está el capitel, formado por dos volutas o tallos que se enrollan en los extremos. En las esquinas abrían estas volutas en ángulo. El entablamento tiene los mismos elementos que el dórico: arquitrabe, friso y cornisa. En este caso, el friso no se divide, sino que es continuo.

El orden dórico es más austero y sobrio, mientras que el jónico es más decorativo. El origen del capitel jónico puede estar en el capitel eólico. Recuerda al capitel de un árbol, en el que las ramas se enroscan. Al igual que en el dórico, también evoluciona. Al principio las volutas se parecen a volutas vegetales. Se fueron cambiando las proporciones: se pasó de volutas muy grandes con un fuste estrecho hasta una armonía que consideraban perfecta.

El Orden Corintio: aparece a finales del siglo V a. C, de la época de esplendor. Apenas se usa en Grecia, pero triunfa en Roma y en el Renacimiento. Tiene los mismos elementos que el jónico, pero cambia el capitel, que tiene forma troncocónica redondeada. Se decora con 2 ó 3 filas de hojas de acanto en la parte inferior, sobre las que se colocan volutas, tallos vegetales más pequeños que los del jónico. Tiene un gran naturalismo. El friso es continuo y se decora con relieves. También se usa el diámetro de la columna como módulo.

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